¿Por qué el gobernador de Sonora busca prohibir tiendas Oxxo? ¿Una estrategia para recuperar popularidad?
El gobernador del estado de Sonora, Alfonso Durazo lleva varios meses con una caída en el apoyo popular, especialmente en comparación con la aprobación que Claudia Pavlovich solía tener, manteniéndose en el top 10 hasta el final de su sexenio.
En cuanto a los números, Alfonso Durazo cuenta con una aprobación del 44.9%, ocupando el puesto 27 de 32 en el ranking de gobernadores de Mitofsky de febrero de 2023.
Los malos resultados de aprobación podrían ser culpa de sus dos últimos encargados de comunicación social, quienes quizás no están haciendo su mayor esfuerzo para mejorar la imagen de su jefe.
Esto viene a colación, ya que podría explicar la inusual encomienda que el gobernador les dio a las secretarías de Economía y Gobierno: prohibir las tiendas Oxxo en la sierra sonorense.
De entrada, esto recuerda a los presidentes caribeños con acento corrido y un puro. Indudablemente, me hace recordar el “exprópiese” de aquel militar que se convirtió en dictador de un país.
Quizá esta pelea contra un molino de viento sea parte de una estrategia para subir la popularidad del señor gobernador en las clases trabajadoras sonorenses, quizás sea una riña personal de Durazo con los empresarios regiomontanos.
En este espacio se ignora el fondo, pero no se puede ignorar la forma. Lo que más llama la atención es que un gobernador trate de cerrar negocios privados. El reto que tendrá el equipo del gobernador será intentar justificar la prohibición de las tiendas Oxxo en la sierra, sobre todo porque pisotea directamente cualquier principio de competencia económica y libre mercado.
Esperemos que esta jugada le salga bien y se anote una victoria, que le hace mucha falta, porque si su equipo lo hace perder, como al gobierno federal con su prohibición de mostrar los cigarrillos, seguramente le costará aún más puntos de aprobación y se verá como un gobernador totalitario.