Una jefa de familia hermosillense convocó a todos sus hijos a una reunión para preparar el futuro por si sus pronósticos se hacen realidad. Directamente, les dijo, como una orden: De ahora en adelante me entregarán el 10 por ciento de sus ingresos para formar un fondo por si hay necesidad de huir del país. La jefa, mujer profesionista con sentido común, prepara así la salida familiar por si México entra en una crisis que afectaría a toda la población por el sello ideológico del actual y próximo régimen.
¿Cuántas cabezas de familia estarán en esta posición, en Sonora y el resto del país?
Quién sabe.
Pero podrían ser bastantes.
Por lo pronto esta jefa de familia prepara la ruta para una salida de emergencia.
Hay alarma, no podríamos negarlo, minimizarlo o ignorarlo.
Lo peor que le pudo haber pasado a México es la desaparición de equilibrios en el Poder Legislativo. Es la primera señal de peligro del carro completo del poder en turno.
Y en torno de esta cancha dispareja, en la que más afectada sería esa clase media que tiene la carga de sostener al país al ser contribuyentes cautivos del fisco, se tejen cientos de conjeturas y teorías de conspiración.
Una de ellas gira en torno de un tuitero que goza de credibilidad entre sus seguidores, porque al parecer no ha fallado ninguna. Todo hace suponer que es un personaje enterado, conocedor de las grandes decisiones en este país. Quizá su mundo sea el burocrático o el militar.
Pero mejor vamos al pronóstico de este personaje, con su debido contexto:
Tras la reciente victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales de México, las redes sociales se han llenado de teorías de conspiración que pretenden desacreditar su triunfo y su futura gestión. Una de las más destacadas proviene de un usuario que presenta una serie de predicciones alarmantes, pero ¿cuáles son?
Primero, el usuario insiste en que Sheinbaum no es un simple títere de López Obrador, pero que ella le ha hecho creer lo contrario.
Sheinbaum ha demostrado ser una política capaz y con su propia visión, aunque en campaña se mimetizó a la imagen de López Obrador. Se entiende que fue una estrategia electoral.
Aun con su falso acento tabasqueño, la idea de que está siendo manipulada es difícil de aceptar sin pruebas concretas.
La teoría del usuario anónimo se centra en que “los dueños del dinero” están detrás de Sheinbaum. Esta afirmación no viene acompañada de nombres, detalles o pruebas que la respalden.
En política, el apoyo económico es una realidad, pero insinuar que hay una conspiración sin presentar pruebas, solo alimenta la paranoia.
Otra predicción es que Sheinbaum esperará hasta tener pleno control, con la famosa banda presidencial en su pecho, para deshacerse de López Obrador.
Las dinámicas internas de los partidos y las lealtades políticas son complejas, pero simplificarlas a un juego de poder absoluto es reducir la política a caricatura, casi de novela.
Finalmente el usuario advierte que cualquier cambio en la Constitución sería una traición y llevaría a la ruina del país, “eso no está en el guion” afirma el usuario, casi dando por entendido que existe un acuerdo de los “dueños del dinero” y el movimiento de López Obrador, ahora de Sheinbaum.