La salud del Presidente y sus voceros
El presidente Andrés Manuel López Obrador se contagió de CC a finales de la semana pasada. El sábado presentó síntomas de resfriado, entre ellos catarro, tos y cansancio; tras aplicarle una prueba rápida que salió positiva, se decidió por protocolo que lo mejor era regresar a la Ciudad de México, donde permanece bajo cuidados médicos.
Los padecimientos de salud del mandatario obligan a su equipo médico a que ante cualquier recaída sea monitoreado permanentemente y se mantenga en reposo. Dicho protocolo se activó el fin de semana en Mérida, Yucatán, y fue trasladado en una aeronave del Ejército a la capital del país. El uso de un avión privado también forma parte del protocolo de su cuerpo médico de doctores. Además, su cardiólogo, un coronel militar, está en la Ciudad de México.
El parte médico de cual habló ayer el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, será más o menos así: síntomas de resfriado por Covid-19, reposo y aislamiento para evitar contagiar el virus, sin alteraciones considerables por sus otros padecimientos (según registros médicos revelados por el colectivo Guacamaya, el Presidente padece hipotiroidismo, gota y angina inestable de riesgo alto).
Adán Augusto López dijo que en los próximos dos o tres días el Presidente podría reintegrarse a sus actividades, entre ellas la de encabezar la conferencia matutina de Palacio Nacional. Sin embargo, por las condiciones de contagio de la enfermedad, lo más probable es que sea hasta el fin de semana o el siguiente lunes cuando esto suceda. Eso es lo que dicen fuentes del equipo del Presidente, aunque no deja de resultar extraño que no haya publicado un video el mismo domingo o este lunes si, como dicen sus cercanos, no se trata de un agravamiento de sus otros padecimientos.
Mientras tanto, quien lleva la batuta de las conferencias y del gobierno es el secretario de Gobernación, quien ya en Semana Santa se hizo cargo y se quedó “de guardia” el puente durante el cual el Presidente se fue a descansar a su quinta de Palenque, Chiapas. Adán Augusto López es la persona de su gabinete en la que más confía López Obrador. Es su paisano y lo ha descrito como su “hermano”. No solo eso: desde que tomó las riendas de la Secretaría de Gobernación, en agosto del 2021, el Presidente decidió regresarle todas las responsabilidades políticas que le quitó al inicio del gobierno y otras que ejercían el exconsejero Jurídico, Julio Scherer, el exjefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y algunos encargos que le pedía al coordinador de lo senadores de Morena, Ricardo Monreal. Actualmente también tiene algunas de las responsabilidades del excoordinador de Asesores, Lázaro Cárdenas Batel.
Lo cierto es que Adán Augusto López, además de ser el segundo de abordo del Presidente o su “bateador emergente” se ha convertido en su vocero más eficiente. Este lunes, en la conferencia de Palacio Nacional, respondió a todos los cuestionamientos que hizo la prensa sobre el estado de salud del Presidente, cosa que no solo no pudo hacer el director de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, quien estaba de gira en Tamaulipas con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y desde donde dijo a dos medios nacionales que el Presidente no suspendía su gira por el sureste y que los rumores sobre su situación eran falsos. Fue el mismo López Obrador quien lo desmintió minutos después en su cuenta de Twitter. Habrá que ver si, en un ejercicio de autocrítica, Ramírez Cuevas se reserva para sí mismo una mención en su sección “Quién es quién en las mentiras”, además de que no es la primera vez que miente sobre este tema.
Por lo que hace a Adán Augusto López, resultó ser un mejor vocero y más eficaz para transmitir los mensajes del gobierno a los medios de comunicación y a la sociedad.
Adán Augusto López, además, tiene en la Subsecretaría de Gobernación al vocero eterno de Andrés Manuel López Obrador: César Yáñez, quien fue por décadas su director de Comunicación y escudero de mil batallas.
No cabe duda que en las crisis es cuando se ven las cualidades y deficiencias de los funcionarios públicos.
Ojalá que el Presidente salga bien y pronto de su convalecencia por Covid-19.
Posdata 1
A propósito del repentino anuncio del contagio del presidente Andrés Manuel López Obrador, este corrió como pólvora el domingo entre los generales en retiro y en activo que presenciaban en el Campo Marte el evento “Longines Global Champions Tour”, mejor conocido como la “Fórmula 1 de la Hípica”. Se trata del circuito ecuestre más importante del mundo y donde se dieron cita empresarios y políticos de todos los colores. Ahí estaban, por ejemplo, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el presidente de Morena, Mario Delgado, el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, y el senador del Partido Verde Ecologista de México, Manuel Velasco, entre otros.
Posdata 2
Hablando de deportes de alto rango y de la pasión por los caballos, todo indica que el empresario Germán Larrea –a quien le apodan el “zar del Hipódromo de las Américas” por la cantidad de purasangre que tiene compitiendo en este circuito mexicano– está pensando dos veces la adquisición de Banamex.
El socio mayoritario de Grupo México, además de que no había llegado a un acuerdo final en el precio de los activos de Banamex con Citi, ahora enfrenta la reforma minera que limita las concesiones de las empresas y pone en riesgo las inversiones de la industria por la falta de certidumbre. Esto sin contar la reforma administrativa que también está en ciernes en el Congreso y que afectará a todas las concesiones públicas y contratos con el gobierno.
Larrea había puesto sobre la mesa una última oferta cercana a los 7 mil millones de dólares por Banamex, asumiendo los pasivos contingentes del banco. Sin embargo, iba con socios, y resulta que por lo menos uno de los principales también está relacionado con el negocio de la minería. Hoy ambos ven con incertidumbre el panorama de la industria minera y de otras que son clave para el país y que ponen en riesgo colateral también al sector financiero.
Así que sigue latente la posibilidad de que Citi opte por colocar el negocio en el mercado de valores y que sean los grandes fondos de inversión internacionales los que se conviertan en sus principales accionistas.
@MarioMal