El costo de imprimir sueños: Inflación y fuga en tiempos de AMLO
El fracaso del socialismo se evidencia cuando se agota el dinero... de los otros", decía Margaret Thatcher. Esta afirmación parece resonar en el cierre del sexenio de López Obrador.
Recientemente, en redes sociales surge un run run: de la mano del Banco de México, AMLO estaría incrementando la masa monetaria, duplicándola desde 2018, pero sin el respaldo de una producción correspondiente de bienes y servicios. En términos claros, el gobierno de la 4T ha obtenido acceso a la impresora de billetes y no duda en utilizarla.
A pesar de que el Banco de México es teóricamente colegiado y autónomo, es bueno recordar que tres de los cuatro subgobernadores fueron nombrados por el presidente
Esto podría explicar la inflación.
Tanta obra faraónica de López Obrador nos salió caro.
Al acabarse los préstamos y los fideicomisos, ahora usará la técnica infalible de las repúblicas bananeras latinoamericanas: Imprimir más billetes.
Mirando hacia Argentina, encontramos un botón de muestra.
Durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el gobierno tomó control de la Casa de Moneda y comenzó a imprimir dinero a un ritmo acelerado para cubrir los intereses de su creciente deuda. Esa cobardía de no afrontar la deuda, causó que hoy en día el 40% de los argentinos no tengan para comer.
En México, el panorama no es más alentador.
Según una nota de Reforma, este sexenio ha marcado un récord en la fuga de capitales. Se ha registrado una salida de 349 mil 858.5 millones de pesos de capital extranjero invertido en México.
Gabriela Siller, directora de Análisis de Grupo Financiero Base, destaca que el sexenio de López Obrador sería el primero desde la administración de Ernesto Zedillo en registrar una salida neta de capital, sumando 68 mil 969.68 millones de pesos. Siller descarta la pandemia como causa principal, apuntando que la fuga comenzó en febrero de 2019, antes del COVID-19.
La incertidumbre sobre la política económica interna parece ser el factor determinante.
Este fenómeno se intensificó en mayo de 2023, cuando el gobierno federal intervino las instalaciones de Ferrosur. Ese mes, se registró una fuga de 64 mil 895.08 millones de pesos, aproximadamente 3 mil 623.15 millones de dólares, según datos de Banxico.
La disputa por las concesiones y la eventual expropiación de las vías férreas tuvieron un impacto en la economía, el único ganador fue Germán Larrea, mientras los mexicanos resultamos ser los grandes perdedores.
Víctor Gómez, director de Analítica de datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), sugiere que si el mismo partido político gana las próximas elecciones, podría continuar la tendencia de salida, aunque no necesariamente bajo el concepto de fuga.
Carlos González Barragán, profesor e investigador del Tec de Monterrey y de la UDEM, señala que al cierre del año pasado, se observó una reducción del 16% en el capital extranjero invertido en México.
Los capitales no confían en López Obrador.