El llamado "Plan Sonora" surge como una estrategia de aprovechamiento energético, enfocado en el litio y la energía solar. Cinco centrales fotovoltaicas y la explotación del litio para la industria automotriz son sus pilares.
El Consejo para el Desarrollo Sostenible (CODESO) dirige este proyecto. Sin embargo, desde marzo no emite comunicados de prensa. Eso sí, Francisco Acuña, su director, gastó 3 millones de pesos en viajes promocionales a Japón y Canada antes de ascender a jefe de la Oficina del Gobernador este mismo año.
El documento de transparencia asegura que este lujoso gasto corresponde a “labores de promoción del Plan Sonora de Energías a cargo de Francisco Acuña Méndez”.
Lo paseado nadie se lo quita.
¿Cómo convencerán a inversores del sector energía de Japón y Canadá, cuando hace poco la Federación quitó la concesión de litio a un corporativo británico? Ahora la concesión se entregó a una empresa china.
La concesión del litio fue retirada a privados para crear LitioMX. Pablo Daniel Taddei, hijo de Jorge Taddei, dirige LitioMX, con un salario mensual bruto de $161,439.00, según el portal “Nómita transparente” de la Secretaría de la Función Pública.
LitioMX no puede explotar el litio aún, carece de tecnología para hacerlo, lo que convierte a Pablo Taddei, en el aviador más caro del actual régimen.
Los expertos en minería argumentan que el litio en Sonora se encuentra en forma de arcilla, a diferencia de cómo se encuentra en roca o salmuera en Bolivia, Chile o Argentina. Esto requiere un tratamiento especial y no hay tecnología comercial disponible actualmente para extraerlo eficientemente.
Suponemos que a los Taddei no les preocupa esto, Jorge Taddei, padre de Pablo, fue visto disfrutando este sexenio bailando Rock&Roll en el Club Obregón. Algunos especulan sobre su posible candidatura al Senado.
Es claro y evidente que el nearshoring y los semiconductores son el futuro. ¿Cómo atraer inversores tras la nacionalización del litio?
Queda claro para los sonorenses que del Plan Sonora no se conocen los detalles ni la ruta crítica para su implementación. El compromiso resulta poco creíble a la luz de los esfuerzos del gobierno mexicano para cerrar el mercado eléctrico a la inversión privada.
El Plan se encuentra en el contexto de transición energética y destaca el papel de la actividad minera, con énfasis en la producción de litio, para lograr los objetivos de electromovilidad y descarbonización de la actividad industrial del Estado.
Paralelamente hay que recordar el interesante artículo del New York Times, publicado en junio de este año: “En Arizona falta agua. El estado piensa conseguirla en México”.
El proyecto de desalinización de 5 mil millones de dólares en Puerto Peñasco plantea dudas. Nuestro vecino, Arizona, enfrenta escasez de agua como nosotros. La desalinización en México es vista como una solución, pero con un alto costo ambiental y financiero.
El artículo cuenta como el agua desalinizada sería canalizada hacia Phoenix, recorriendo 320 kilómetros. Un proyecto titánico que amenaza el ecosistema del golfo de California y el Monumento Nacional de Pitaya Dulce.
El costo del agua desalinizada sería 10 veces mayor que el del río Colorado. Además, afectaría a las comunidades locales y tendría un impacto ambiental significativo en el golfo de California.
Según el artículo, el presidente López Obrador se muestra abierto al proyecto. La jurisdicción federal sobre el agua en México podría permitir su realización.
¿Es el Plan Sonora una vía para el enriquecimiento? La venta de agua a Estados Unidos y los desafíos legales que enfrenta esta iniciativa ponen en tela de juicio la integridad y la transparencia del gobierno que encabeza Alfonso Durazo.
El costo de la energía eléctrica para conducir agua desalada es el principal obstáculo para estos proyectos. Asunto resuelto: para eso está el parque solar de Puerto Peñasco.
Algunos dicen que el agua será el oro del futuro.