En un acto de desahogo, un supuesto ex coordinador de la RedAMLO ha expuesto las entrañas del mecanismo de propaganda digital del gobierno de López Obrador. Según su testimonio, la RedAMLO no es un mito, sino una red bien organizada de oficinas gubernamentales y burócratas dedicados a inundar las redes sociales con propaganda a favor del gobierno.
Este sistema, institucionalizado desde 2019, implica la participación de burócratas que deben cumplir con una cuota diaria de “engagement”, mientras otros son contratados a tiempo completo para gestionar múltiples perfiles y contenidos en redes sociales.
En 2019, los pagos para estos “Sujeto de Apoyo” provenían de fondos de Conacyt, desviando recursos destinados a la ciencia y tecnología para financiar esta red de propaganda. Sin embargo, a partir de 2021, según el relato, los pagos cambiaron a ser realizados a través del Banco del Bienestar, bajo el disfraz de becas gubernamentales.
Este sexenio ha corrompido la verdad, quizás por eso Andrés Manuel odia tanto a los periodistas críticos que exponen las tranzas del gobierno, como Latinus y Mexicanos contra la Corrupción.
¿Cómo funciona la RedAMLO?
Como un periódico, donde Cuevas tiene experiencia con su Regeneración.
Los burócratas reciben títulos y líneas editoriales que deben seguir. Les imponen frases como “Sheinbaum tiene un 30% de ventaja” y deben repetirlas con variaciones personales. No es solo una tarea automatizada, como muchos pensábamos, sino una estrategia manual bien diseñada para dar la apariencia de autenticidad.
El ex coordinador expresa su cansancio con este sistema, diciendo: “Ya estoy cansado de este chiste. Todos mienten, aún adentro del gobierno nos mentimos entre nosotros”.
Estamos frente a un ejército donde los soldados usan clics en lugar de armas; aunque no ejercen violencia física, avivan la crispación social y política.
En TikTok y otras plataformas, la mayoría de los bots son pagados por la Agencia Digital de Innovación, gente de Sheinbaum que ha estado haciendo campaña desde 2019, separados de los que trabajaban para Jesús Ramírez, relata el ex coordinador.
Finalmente, el enigmático personaje menciona un empate técnico en las encuestas, sugiriendo que no se debe confiar en ellas, ya que faltan dos semanas y la diferencia es mínima.
Con todo esto, surge una pregunta obligada: ¿Se replica lo mismo dentro de Comunicación Social en el gobierno de Sonora?